Pécau · Pahek - Moby Dick

MOBY DICK... EN EL ESPACIO EXTERIOR

¿La gran ballena blanca en el espacio exterior? No exactamente… En este título no encontraremos al gigantesco mamífero que aterroriza a los barcos y crea obsesiones, sino un gran meteorito que muy pocos han visto. Un mito que Ismael está a punto de descubrir.

“Llamadme Ismael”. Con esta apelación directa al lector comienza una de las novelas más famosas de todos los tiempos, un texto que ha influenciado a miles de artistas y a numerosos directores de cine y animación. Los franceses Pécau y Pahek también se han dejado arrastrar por la estela de la obra de Herman Melville y nos presentan el primero de una colección de álbumes que llevan el título de Moby Dick.

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Y con estas mismas palabras nos encontramos en la primera viñeta de la adaptación libre al cómic realizada por los dos autores, sólo que el joven Ismael se encuentra en un futuro lejano en el que los viajes estelares son una realidad y las cazas se destinan a conjuntos de asteroides que contienen valiosos metales con los que las “naves pesqueras” se ganan el pan.

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New Bedford es una central de embarque en la que atracan numerosas naves. En el muelle, Ismael conoce al exótico Queequeg, un experto arponero que se convertirá en un inestimable guía y compañero durante sus viajes. La casualidad les lleva al Pequod, una nave que está a punto de partir y que les recluta como informático y arponero respectivamente.

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Ismael deberá aprender a desenvolverse en un ambiente hostil con Queequeg como único aliado, y tendrá que ganarse la confianza de sus compañeros en las primeras misiones de caza, una tarea nada fácil considerando que Ismael no posee experiencia como arponero.

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Durante el viaje se nos dará a conocer a los oficiales de la nave, el segundo al mando Starbuck y el Capitán Ahab, un superviviente nato.

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Ahab no tarda en hacer pública su obsesión por el gran Cometa Blanco, un cuerpo estelar que ha llegado a relacionar con la estrella que avistaron los tres reyes de oriente del cristianismo. La caza del cometa se convierte en su prioridad más inmediata, dejando de lado la actividad a la que se dedica la nave, con el consiguiente descontento de Starbuck y una sensación de inseguridad general por parte de los tripulantes.

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Al igual que en la novela, el capitán arrastrará a su nave hacia un peligroso viaje a causa de su obsesión personal, una ambición que, por supuesto, no todos comparten.

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El primer volumen de esta adaptación de la novela de Melville está cargado de acción. Los tonos que predominan en el coloreado del cómic son los amarillentos y azulados, y junto a un estilo de dibujo semirrealista prácticamente abocetado en el que podemos llegar a distinguir los trazos rápidos del lápiz, proporcionan una atmósfera adecuada que nos hace disfrutar de cada viñeta.

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